Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad/Impulsividad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el TDAH afecta a entre el 5% y el 7% de la población infantil en todo el mundo. En América Latina, se ha observado una prevalencia variable del TDAH en distintos países, que oscila entre el 2,5% y el 10,2%.
El TDAH se define como un trastorno del neurodesarrollo que se presenta en la infancia y puede persistir hasta la edad adulta. Se caracteriza por un patrón persistente de inatención, hiperactividad e impulsividad que interfiere con el funcionamiento y desarrollo de una persona. Este trastorno afecta aproximadamente al 5-10% de la población infantil y puede seguir afectando a muchos de ellos en la edad adulta.
Los síntomas principales del TDAH son la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. La inatención se manifiesta como dificultades para prestar atención y concentrarse en una tarea, así como para seguir instrucciones y completar tareas. La hiperactividad se presenta como una necesidad de moverse constantemente y una dificultad para estar quieto, mientras que la impulsividad se manifiesta como dificultades para esperar turno, interrumpir a los demás y tomar decisiones impulsivas.
El diagnóstico del TDAH se realiza a través de una evaluación integral que incluye la observación de los síntomas por parte de profesionales de la salud mental, la revisión de antecedentes médicos y familiares y la realización de pruebas neuropsicológicas y de comportamiento. Es importante que el diagnóstico sea realizado por profesionales capacitados en el manejo del TDAH para asegurar un diagnóstico preciso y una intervención adecuada.