La meta de la intervención neuropsicológica en el TDAH es lograr una mejoría de las funciones cognitivas y que al mismo tiempo, tenga una repercusión en sus actividades escolares, cotidianas, familiares y de relaciones con sus pares.
La intervención se puede dar en dos áreas, una consiste en proporcionar ayudas externas y hacer modificaciones en el entorno del paciente, de forma que se vea favorecida o compensada la conducta, y la otra se conforma por el entrenamiento específico de los dominios cognitivos que se detecten como áreas de oportunidad. Recordando siempre la importancia de adaptar cada programa a las particularidades de cada paciente